La actual catedral fue construida sobre el sepulcro del Apóstol, fue edificada sobre la antigua catedral románica del año 1075.
La fachada que vemos hoy en día, su fachada Oeste, fue antepuesta a la anterior catedral entre los siglos XVII y XVIII como una gran fachada telón ornamental. Hasta entonces, un arco permitía ver desde la plaza el Pórtico de la Gloria, mientras que ahora queda resguardado en su interior.
Las torres miden unos 74 metros y fueron realizadas y rematadas con detalles barrocos por el arquitecto Fernando Casas y Novoa.
En el centro vemos un gran retablo de piedra y grandes ventanales que aportan luminosidad al interior a la vez que proporcionan un juego de sombras sobre los elementos ornamentales que vemos como escudos, volutas, capiteles, columnas o pináculos.
Presidiendo la fachada podemos ver la figura del apóstol Santiago con atuendo de peregrino, sombrero, capa y bordón.
Las escaleras del siglo XVII están situadas a los pies de la fachada y permiten salvar el desnivel del terreno entre la plaza y la planta de la Catedral.
Entre los primeros peldaños vemos la puerta a la cripta, de estilo románico, que permite una apertura y un sustento tanto arquitectónico como conceptual al Pórtico de la Gloria.
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